A las puertas del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, el 25 de noviembre, se subraya la importancia de concienciar a la sociedad sobre esta lacra. Sin embargo, resulta crucial la actuación de las administraciones en la lucha contra las actitudes machistas, la protección de las víctimas y el apoyo para normalizar sus vidas. En este contexto, es una buena noticia el anuncio de la Junta de Castilla y León de aumentar las partidas destinadas al apoyo psicológico de las víctimas de violencia de género. La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, liderada por Isabel Blanco, destinará 2,1 millones de euros adicionales a este fin, elevando la partida de 4,1 millones a 6,2 millones. La administración autonómica ha desarrollado un programa integral que abarca desde la atención inicial a la víctima hasta cubrir sus necesidades de acogida, apoyo psicológico y asesoramiento, culminando con el apoyo para rehacer sus vidas, donde el empleo es fundamental. Lo ideal sería que esta inversión no fuera necesaria. Sin embargo, la violencia machista persiste como un grave problema. Pese a los avances en igualdad, se detectan comportamientos que normalizan acciones de control hacia las mujeres, indicando que aún queda camino por recorrer. Es imperativo que las administraciones busquen soluciones, priorizando la protección de las víctimas. Un fallo en el sistema de protección puede acarrear consecuencias nefastas. Por ello, resulta inaceptable que la Administración central haya negado información a la Junta de Castilla y León sobre el sistema Cometa, de control telemático, alegando fallos puntuales. La transparencia es fundamental y beneficia a las víctimas.