La nueva directiva de la Unión Europea sobre depuración de aguas residuales urbanas, aprobada en 2024, impulsa los objetivos del Pacto Verde Europeo y la protección de los ecosistemas acuáticos. Esta normativa, que entrará en vigor en 2026, obligará a depurar aguas incluso en municipios de menos de 2.000 habitantes e impone la eliminación de micro contaminantes. Ante este panorama, los pequeños municipios están optando por sistemas de fitodepuración, que utilizan plantas y humedales artificiales para eliminar contaminantes de forma natural mediante procesos biológicos. Investigadores del Grupo Ecoges del Campus de Soria de la Universidad de Valladolid han creado un prototipo sostenible para facilitar el ensamblaje de plantas flotantes en depuradoras con humedales artificiales. La innovación se centra en un soporte fabricado con un subproducto de la destilación de la resina, resistente al agua y con buena adhesión a sustratos. Este bioplástico busca sustituir los derivados del petróleo, optimizado para flotar y con un anclaje tipo bisagra que le da flexibilidad y resistencia. El equipo destaca la disponibilidad de la resina en Soria y su compatibilidad con la impresión 3D, siendo biodegradable y reciclable. Sus propiedades de resistencia, durabilidad y bajo coste son también importantes. El prototipo, premiado por la Fundación General de la Universidad de Valladolid, ya está en fase de pruebas y se encuentra en proceso de patentado.