En febrero de 1937, miles de combatientes italianos se acuartelaron en la ribera del Duero, como preparación para la batalla de Guadalajara. Localidades como Aranda, La Vid, Langa, San Esteban, Burgo de Osma, Almazán o Soria, vieron sus calles llenas de uniformes y acentos exóticos. Los soldados, alojados en colegios, edificios y domicilios, establecieron contacto con los lugareños, surgiendo noviazgos y matrimonios. Cuatro unidades de infantería italianas, integradas por 25.000 combatientes, llegaron a Soria. A ellos se unieron pilotos y personal de la Aviazione Legionaria, basados en Almazán, Soria y Burgo de Osma. El piloto Luigi Monti narró su llegada a El Burgo, describiendo a una poetisa pelirroja que, según él, parecía hermosa debido a la escasez de mujeres en la región. Las interacciones entre italianos y sorianos fueron de varios tipos: comerciales, laborales, institucionales y políticas. Flora Ortiz Molina donó un cuadro de Mussolini a la Aviación Legionaria. Además de estas relaciones, surgieron otras de carácter personal, como el alojamiento de un piloto italiano llamado «Muti» en una casa cerca del parque de la Dehesa. En San Esteban de Gormaz, se intercambiaron fotografías entre italianos y lugareños. Estos contactos llevaron a noviazgos y matrimonios. Testimonios y prensa histórica recogen al menos 6 enlaces entre militares italianos y sorianas durante la Guerra Civil, principalmente en Soria, Osma y Langa de Duero. En Osma, Carmen Ponce Andaluz se casó con el sargente maggiore Domenico Zani Battista Zenuchini en 1938. Domenico, veterano de la campaña de Etiopía, luchó en España y fue herido en la batalla de Guadalajara. Tras recuperarse, se casó con Carmen y rehízo su vida en Italia. En Langa de Duero, Edoardo Corvatta y Francisca Marín Rubio también se casaron y se trasladaron a Italia. En Soria, Carmen Valcárcel Izquierdo se casó con el capitán de la Aviación Legionaria Sergio Fanali Anzini en 1938. Fanali sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial y llegó a ser general del ejército italiano.