La Revuelta de la España Vaciada concluyó su VII Asamblea General en Molina de Aragón, coincidiendo con el Día del orgullo rural. Representantes de plataformas rurales de diversas provincias se reunieron para abordar temas cruciales. El encuentro se centró en la vivienda y las "agresiones" que enfrenta el mundo rural. Según los organizadores, la asamblea sirvió para evaluar la situación actual del mundo rural y para unificar estrategias de acción para 2026. Se fortaleció la coordinación entre colectivos, unidos en el movimiento social Salvemos el mundo rural agredido, que incluye plataformas como Aliente, Stop Ganadería Industrial y Abrazo al Agua, además de grupos que combaten la minería "agresiva", defienden el ferrocarril convencional, los servicios públicos y la sanidad rural. Durante el debate, se destacó el problema del acceso a la vivienda, considerando las realidades demográficas y económicas de cada provincia. Las plataformas coincidieron en que la falta de vivienda pública dificulta el arraigo de la población joven, frenando la revitalización de los pueblos. Se busca que la vivienda en la España vaciada sea “más competitiva”, atrayendo nuevos pobladores. Otro tema central fue el impacto de las energías renovables sin planificación, consideradas una agresión al territorio rural. Se denunció la conversión de comarcas en “zonas de sacrificio” mediante macropolígonos fotovoltaicos e instalaciones eólicas. También se mencionaron proyectos de biogás y macrogranjas que contaminan y dañan la biodiversidad. La Revuelta de la España Vaciada priorizó el problema de los incendios, señalando el abandono institucional, la acumulación de combustible y la falta de recursos. Se propuso hacer un seguimiento de las leyes que afectan al mundo rural y a la despoblación. La Asamblea concluyó reforzando la idea de que la unión y la coordinación nacional son esenciales para proteger el territorio rural.