Pilar Pérez Soler firma este artículo sobre la pasión taurina. El entrevistado declara vivir y sentir los toros desde pequeño, defendiendo los valores de la tauromaquia y mostrándose 'enganchado' a ella. Considera que la tauromaquia vive un gran momento, argumentando que los ataques y la politización que sufre están generando un efecto boomerang, atrayendo a jóvenes y llenando las plazas. Afirma que la tauromaquia no es de izquierdas ni de derechas, sino del pueblo. Menciona que la tauromaquia es una escuela de vida, transmitiendo valores a quienes quieren ser toreros, independientemente de si alcanzan el traje de luces. Recuerda a Luis Cabrejas, socio fundador de la Peña Taurina Soriana, como un pilar fundamental de la afición taurina en Soria. Explica que no fue torero por falta de valor, pero que siempre sintió atracción por la crianza del toro bravo. Define al hombre frente al toro como su otra mitad, aprendiendo de su coraje y respondiendo a su dictado durante la lidia. Se resiste a humanizar al animal. Ante la inquina hacia lo taurino, opina que se busca estandarizar la sociedad y quitar identidad, no solo en la tauromaquia, sino a nivel global. Defiende el Toro Jubilo frente a otras culturas y tradiciones, abogando por enseñar y defender la tauromaquia. Describe su Saca ideal como un traslado lento y tradicional de los toros desde el monte a la plaza, cumpliendo el rito. Afirma acumular miles de fotos de las fiestas y corridas. Recuerda con cariño a Diago y su influencia en su afición por el Toro de Plata. Se define como un apasionado de los toros, dedicando gran parte de su tiempo a ellos, y expresa su deseo de dinamizar su blog Soriataurina. Recuerda el pasodoble dedicado a la Peña Taurina Soriana y destaca su labor en el fomento de la afición taurina. Apuesta por un toro celtíbero a gran escala en Soria, como símbolo propio. Admira a Manolete, Joselito el Gallo y Juan Belmonte.